Han pasado más de cincuenta años y la Taxonomía de Bloom continúa siendo
herramienta fundamental para establecer objetivos de aprendizaje. En el
2000 sufrió una revisión por uno de sus discípulos quien, para cada
categoría, cambió tanto el uso de sustantivos por verbos, como su
secuencia. Recientemente, el doctor Andrew Churches actualizó dicha
revisión para ponerla a tono con las nuevas realidades de la era
digital. En ella, complementó cada categoría con verbos y herramientas
del mundo digital que posibilitan el desarrollo de habilidades para
Recordar, Comprender, Aplicar, Analizar, Evaluar y Crear
La Taxonomía de Bloom y la Taxonomía Revisada de Bloom son herramientas clave para los docentes y los encargados del diseño de capacitaciones. Benjamín Bloom publicó la taxonomía original
en los años de 1950 y Lorin Anderson y Krathwohl le hicieron
revisiones en el 2000. Pero desde la más reciente publicación de la
taxonomía han ocurrido muchos cambios y desarrollos que deben tenerse
en cuenta.
Esta es entonces una actualización de la Taxonomía Revisada de Bloom que atiende los nuevos comportamientos, acciones y oportunidades
de aprendizaje que aparecen a medida que las TIC (Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones) avanzan y se vuelven más
omnipresentes. La Taxonomía Revisada de Bloom atiende muchas de las prácticas tradicionales del aula, pero no
atiende las relacionadas con las nuevas tecnologías (TIC) ni los
procesos y acciones asociados con ellas; tampoco hace justicia a los
“chicos digitales”, o como los denomina Marc Prensky los “Nativos
Digitales”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario