miércoles, 7 de junio de 2017

Qué es la Misión Ciencia




    La Misión Ciencia fue anunciada el 13-12-2005 por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y lanzada oficialmente el 19-02-2006 por el mismo Presidente en el marco de su programa semanal semanal de radio, Aló Presidente. Si tomamos esta última fecha como inicio de la Misión, han pasado 6 meses durante los cuales se han llevado a cabo muchas discusiones, expuesto diversos enfoques, y elaborado esquemas y planes. Es comprensible que haya sido así, ya que se trata de una idea novedosa en política de desarrollo científico y tecnológico que el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT), entre otros ministerios, ha quedado encargado de llevar adelante hasta su concreción.

    Se han establecido cinco áreas prioritarias: Salud, Hábitat y Desarrollo Endógeno, Energías, Soberanía y Seguridad Alimentaria, y Seguridad y Defensa. Además se formuló un plan de formación en Ciencias Básicas con un ambicioso sistema de becas de postgrado y pregrado (2000 y 5000 becas respectivamente hasta ahora) en las universidades nacionales, con miras a la formación de nuevos científicos y tecnólogos que le den apoyo al desarrollo de las áreas mencionadas. Así mismo, se incluyó una vertiente internacional que igualmente venga a dar apoyo a las actividades de investigación, aplicación tecnológica, innovación y formación de nuevas capacidades. El Primer Encuentro Cuba-Venezuela en Apoyo a la Misión Ciencia, llevado a cabo en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) del 1 al 3 de agosto pasado, es un ejemplo del inicio de esta colaboración internacional. Por otro lado, la Misión Ciencia debe llegar a todos los estratos de la población, para lo que se la ha dotado del mayor presupuesto (941000 millones de bolívares, equivalentes a 438 millones de USD) de plan de desarrollo científico alguno en Venezuela. Se trata, pues, de un plan realmente ambicioso, que pudiera cambiar el panorama científico venezolano, con importantes consecuencias en el nivel de desarrollo social, económico y cultural del país.

       Semejante reto ha propiciado el planteamiento de diversos enfoques sobre la naturaleza de la ciencia y la tecnología. Como es sabido, la discusión sobre estos diversos enfoques prosigue no solo a nivel nacional. Persiste internacionalmente, y va desde los foros de la UNESCO hasta las organizaciones que se ocupan de la preservación del ambiente. Soy de la opinión que este debate ha quedado superado en lo que concierne a la Misión Ciencia. Porque, independientemente de que la ciencia sea o no una actividad donde los esquemas de poder luchan descarnadamente, abra o no posibilidades insospechadas de dominación, ésta sigue teniendo una estructura, que si no se tiene en cuenta, no se está haciendo ciencia. Y lo mismo ocurre con la tecnología. Por lo tanto, lo recomendable es respetar esos rasgos estructurales fundamentales, por un lado de la ciencia y por otro de la tecnología, teniendo en cuenta las peculiaridades de cada rama del conocimiento (por ejemplo, tener en cuenta las peculiaridades de las ciencias naturales y las peculiaridades de la ciencias sociales). Esto, independientemente de los diversos enfoques epistemológicos, cuya discusión sigue y seguirá siendo, por mucho tiempo, intelectualmente estimulante.

        Inicialmente se hizo una convocatoria de preproyectos que tuvo la utilidad de dar una idea más concreta de las diversas líneas de investigación que los investigadores estaban dispuestos a desarrollar en el marco de la Misión Ciencia. Se recibieron más de 1000 proyectos, de los cuales 153 provinieron del IVIC, instituto adscrito al MCT. Con base en esa información, se hizo a todo el país, del 18-06-06 al 18-07-06, una Convocatoria de Capacidades en las áreas de Salud, Hábitat y Desarrollo Endógeno, Soberanía y Seguridad Alimentaria, para la solución de problemas. Más recientemente, y con la misma metodología, se hizo la correspondiente convocatoria en Energías, la cual permanecerá abierta hasta el 05-09-06. Con estas convocatorias podrán identificarse los laboratorios y grupos de trabajo, con sus respectivos temas de investigación, con miras a poder identificar cuáles podrían ser los nodos de las redes que se formarán, una vez que los diversos grupos presenten sus proyectos de investigación. Es decir, que después de las recientes convocatorias de capacidades, vendrá una convocatoria para la formulación de proyectos. Estos podrán ser un desarrollo de los preproyectos presentados inicialmente, o de nuevos proyectos.

        En el marco de la Misión Ciencia, las labores de investigación, innovación y extensión se harán trabajando en redes de grupos de investigación. Es una estrategia que tiene en cuenta el carácter sistémico de la ciencia, de la tecnología y sus aplicaciones. Como todos sabemos, un sistema está formado por diversas partes y las conexiones que estas tienen entre sí. Los nodos mencionados son las partes de la red, y las conexiones vendrán dadas por la manera como estos nodos se van a relacionar entre sí. El rendimiento de las redes dependerá de la calidad del trabajo en cada nodo, pero también dependerá, y mucho, de la manera como estos nodos van a ser conectados entre sí. Una red con demasiados nodos será de más difícil manejo y, por lo tanto, se deberá optimizar su rendimiento. Si tiene muy pocos nodos tenderá a no funcionar como una red, sino como un grupo de trabajo. Si está excesivamente interconectada, eso tenderá a obstaculizar el trabajo en cada nodo, y a disolver responsabilidades. En breve, hay todo un trabajo de organización y optimización al cual se ha abocado el MCT, como una de sus principales actividades. Aunque no la única, y esto es importante de subrayar, porque la Agenda Ordinaria del Ministerio continúa. Es decir, la agenda donde se prosigue con los proyectos de investigación, innovación y extensión, y formación de capacidades, que viene desarrollando el Ministerio desde el año 2000. La Misión Ciencia, es una nueva actividad que se agrega a esa Agenda Ordinaria a partir de febrero de 2006, en la que predomina el carácter aplicado, en contraste con la Agenda Ordinaria, en la que se ha procurado un balance entre los proyectos aplicados y los de investigación básica.

      Todo gran reto trae consigo la posibilidad de no tener éxito. Ese es el riesgo. Pero también trae consigo la posibilidad de tenerlo. Sería ideal que para que esto último ocurriera, logremos trabajar con dedicación y honestidad, porque si ésto llega a ser el caso de la Misión Ciencia, habremos dado un paso muy importante en pro del nivel científico, tecnológico, social, económico y cultural del país.


No hay comentarios:

Publicar un comentario